Artículo Ampliado

Mitocondrias y energía: la raíz invisible de la fatiga y las enfermedades crónicas

  • Publicado el 21 de Octubre de 2025
  • |
  • MITOCONDRIAS
  • 28

Mitocondrias y energía: la raíz invisible de la fatiga y las enfermedades crónicas

Las mitocondrias son diminutos orgánulos dentro de cada célula, pero su importancia es monumental: son las centrales energéticas del cuerpo. En ellas ocurre la conversión de los nutrientes que comemos en energía útil, en forma de una molécula llamada ATP (adenosín trifosfato). Sin mitocondrias sanas, literalmente no hay energía.

El cerebro, los músculos, el corazón y el sistema inmunológico dependen de esa energía constante. Cuando la función mitocondrial falla, se produce una sensación de agotamiento que no mejora con el descanso, acompañada de niebla mental, dolor muscular, inflamación persistente o disautonomía. Esa disfunción energética es hoy uno de los pilares que explican síndromes complejos como el post-COVID, la enfermedad de Lyme, la fibromialgia o la fatiga crónica.

 

Cómo funciona una mitocondria

Dentro de cada mitocondria, miles de reacciones bioquímicas transforman los nutrientes en ATP a través de un proceso llamado fosforilación oxidativa. Para que esto ocurra correctamente se requieren:

  • Oxígeno en cantidad suficiente.

  • Nutrientes esenciales (magnesio, hierro, zinc, coenzima Q10, NAD+, vitaminas del grupo B, entre otros).

  • Un equilibrio redox, es decir, un balance entre la producción de energía y la formación de radicales libres.

Cuando este equilibrio se rompe —por intoxicación, infecciones, inflamación o estrés oxidativo crónico— la mitocondria empieza a producir menos energía y más residuos tóxicos. Es entonces cuando la persona comienza a sentirse cansada, con dolores difusos o dificultad para concentrarse.

 

Disfunción mitocondrial: la base biológica del síndrome post-COVID y otras enfermedades crónicas

Durante la infección por SARS-CoV-2, el virus invade las células y secuestra parte de su maquinaria interna, incluidas las mitocondrias. Al hacerlo, altera los mecanismos de respiración celular, aumenta la inflamación y deja una huella oxidativa importante.

En muchos pacientes, incluso después de eliminar el virus, las mitocondrias quedan dañadas, incapaces de producir energía de manera eficiente. Esto explica por qué tantas personas presentan síntomas meses después:

  • Cansancio extremo y debilidad muscular.

  • Dificultad para concentrarse o “niebla mental”.

  • Insomnio o sueño no reparador.

  • Intolerancia al ejercicio.

  • Ansiedad, palpitaciones o disautonomía.

En el COVID persistente el cuerpo actúa como si siguiera en alerta, con inflamación baja pero continua y disfunción energética. La situación es similar a la que se observa en fatiga crónica o fibromialgia, donde las células muestran un patrón de “modo de supervivencia”.

En la enfermedad de Lyme o en sus formas postinfecciosas, el daño mitocondrial se agrava por la liberación de toxinas bacterianas y la respuesta inflamatoria que las acompaña. Todo este conjunto de factores produce una tormenta biológica que consume antioxidantes, desregula el metabolismo celular y debilita las defensas.

 

El papel del estrés oxidativo y los metales pesados

Las mitocondrias son extremadamente sensibles al estrés oxidativo. Este fenómeno ocurre cuando los radicales libres superan la capacidad del organismo de neutralizarlos. Entre sus principales causas se encuentran:

  • Exposición a contaminantes ambientales.

  • Dietas inflamatorias y déficit nutricional.

  • Estrés crónico y falta de descanso.

  • Infecciones persistentes.

  • Acumulación de metales pesados como mercurio, plomo, cadmio, aluminio o arsénico.

Los metales pesados interfieren directamente con la producción de energía mitocondrial y aumentan la generación de radicales libres, creando un círculo vicioso: menos energía, más oxidación, más daño celular.

En medicina funcional es fundamental evaluar estos factores mediante estudios de metales pesados intracelulares, análisis de estrés oxidativo y equilibrio mineral. Estos estudios permiten identificar qué elementos tóxicos afectan y qué nutrientes esenciales faltan para que las mitocondrias trabajen correctamente.

 

La epigenética: el mapa de cómo tus genes responden al entorno

La genética puede predisponernos, pero la epigenética determina qué genes se activan o se silencian en función de nuestro entorno, alimentación, emociones y exposición tóxica.

En personas con fatiga crónica, fibromialgia o síndrome post-COVID, los estudios epigenéticos muestran alteraciones en genes relacionados con la detoxificación hepática, el manejo del estrés oxidativo y la regulación inflamatoria. Estas alteraciones no significan una enfermedad genética, sino una disfunción reversible si se corrigen los factores ambientales que la activan.

 

Diagnóstico funcional integrado

Para un diagnóstico preciso de disfunción mitocondrial, el enfoque ideal combina tres pilares:

  1. Análisis clínico y de síntomas: fatiga, dolores musculares, intolerancia al esfuerzo, disautonomía, confusión mental o depresión resistente.

  2. Estudio de metales pesados, minerales y estrés oxidativo: permite ver el nivel de daño celular y las reservas antioxidantes.

  3. Evaluación epigenética: revela los patrones de desregulación funcional y los alimentos o sustancias que deben evitarse para permitir la recuperación celular.

Esta visión global evita tratamientos sintomáticos y se centra en restaurar la función celular, reprogramando la biología desde su base: la mitocondria.

 

Tratamientos funcionales y regenerativos para reactivar las mitocondrias

Una vez detectada la disfunción, el abordaje integrativo combina nutrición, suplementación, hábitos y terapias regenerativas. Dentro de éstas, la sueroterapia ocupa un lugar central.

 

1. Sueroterapia mitocondrial

Contiene vitaminas del complejo B, magnesio, coenzima Q10, carnitina, ácido alfa-lipoico y NAD+. Su objetivo es restaurar la función mitocondrial y reducir el estrés oxidativo.

 

2. Sueroterapia con NAD+

El NAD+ es clave en la producción de energía y reparación del ADN. Su administración endovenosa permite restablecer niveles celulares, potenciando la regeneración y claridad mental.

 

3. Sueroterapia antioxidante

Combina vitamina C, glutatión, selenio y zinc para neutralizar radicales libres y reducir la inflamación sistémica.

 

4. Sueroterapia detoxificante

Indicada en casos de acumulación de metales pesados, incluye agentes quelantes suaves, minerales y aminoácidos que facilitan la eliminación hepatorrenal.

 

5. Sueroterapia neuro-regenerativa

Con fosfatidilcolina, taurina y vitaminas B para regenerar membranas neuronales y optimizar la función cerebral.

 

Otros pilares del tratamiento funcional

  • Alimentación antiinflamatoria: reducir azúcares, gluten y lácteos; priorizar vegetales, omega-3 y proteínas magras.

  • Sueño reparador y exposición solar: esenciales para sincronizar el ritmo circadiano.

  • Actividad física gradual: mejora la biogénesis mitocondrial.

  • Técnicas de grounding y meditación: reducen la carga de estrés.

  • Suplementación oral dirigida: con magnesio, vitamina D3+K2, zinc, antioxidantes y adaptógenos.

 

Una nueva visión de la medicina energética y funcional

La medicina moderna tiende a tratar síntomas, pero la medicina funcional integrativa busca comprender las causas. Las mitocondrias no solo generan energía: también regulan la inflamación y la comunicación entre tejidos. Cuidarlas es cuidar la vida.

Hoy, con herramientas como los estudios epigenéticos, los test de metales pesados y la sueroterapia avanzada, es posible restaurar la vitalidad desde el núcleo celular. Recuperar la energía no es un lujo: es devolverle al cuerpo su capacidad de autorregulación. Porque donde hay energía, hay vida.

Contáctanos ahora y da el primer paso hacia tu mejor versión.

🌐 www.regenero3ivstation.com

📞 WhatsApp directo: 684 108 376

 

Si estás interesad@ en obtener más información sobre los tratamientos de RegenerO3 puedes ponerte en contacto con nosotros enviando un mail a regenero3 @ gmail.com, por WhatsApp al 684 108 376 o llamando al teléfono 684 108 376.

Estamos muy activos en las siguientes redes sociales: instagram, facebook, twitter, linkedin, Youtube. Síguenos para estar al día de todas nuestras novedades:


¿Te ha gustado? ¡Compártelo!


Sobre el Autor

Dr. Ramiro Diego Abran

Dr. Ramiro Diego Abran

Medicina Deportiva y regenerativa, Fisioterapia y Nutrición

Cuando mis pacientes acuden a la consulta es porque ya han probado con los tratamientos más básicos, llegan con un diagnóstico y decididos a realizar alguno de mis tratamientos.
Los tratamientos que más frecuentemente realizamos en la clinica están asociados a la ozonoterapia, terapia con plasma rico en plaquetas, mesoterapia y algun tratamiento biologico con base en proteinas, minerales y vitaminas.

Comentarios


Enviar Comentario

¡Su comentario ha sido enviado correctamente!

Noticias relacionadas

logo whatsapp